Hierro

El hierro es un mineral esencial para la salud, su deficiencia puede provocar anemia ferropénica, esto se diagnostica con un análisis de sangre. Sin suficiente hierro, la sangre no puede transportar oxígeno de forma eficaz, por lo que uno de los síntomas iniciales más típicos que provoca es sentir debilidad o cansancio.

La prevalencia en deportistas es bastante alta, especialmente si son deportistas de resistencia, y más aún si son mujeres.

Photo by National Cancer Institute on Unsplash

Causas de deficiencia de hierro:

-Necesidades aumentadas: deportes de resistencia, menstruación, patologías intestinales que provoquen sangrado, embarazo, lactancia...

-Alimentación inadecuada: que no estés consumiendo suficiente cantidad

-Mala absorción: que a pesar de consumir alimentos ricos en hierro, no puedan absorberse por distintas causas: celiaquía, enfermedad de Chron, antiacidos o antibioticos que contengan tetraciclina, interacciones entre alimentos... 

Dicho esto, lo primero será identificar cuál es la causa que está provocando la anemia, si es posible tratarla, y que el médico valore la necesidad de suplementación.

¿Cómo podemos prevenir esta situación desde la alimentación?

1. Consumiendo cantidad suficiente (obvio), incluye habitualmente alimentos ricos en hierro




2. Combinando los alimentos ricos en hierro con otros que mejoren su absorción. El hierro está en los alimentos en dos formas: hierro hemo (ferroso) y hierro no hemo (férrico). El cuerpo absorbe mejor el primero, que es el que está presente en alimentos de origen animal. Los alimentos vegetales ricos en hierro, lo contienen en su forma no hemo, menos absorbible, pero acompañándolos de otro alimentos ricos en vitamina C, se mejora su absorción.  Así que combina los alimentos de la lista anterior (especialmente si son de origen vegetal), con alimentos de los que tienes a continuación:

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3. Evitando mezclar los alimentos ricos en hierro con nutrientes que interfieran en su absorción.  Separa la toma de café, te o alimentos ricos en calcio (como yogures y quesos) de las comidas en las que hayas incluido fuentes de hierro.


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